jueves, 30 de marzo de 2017

El Kit de la cuestión


Ya puedo ponerle nombre a lo que pasa. Se llama progesterona baja, y aunque en este mundo incierto no se me puede asegurar que los dos abortos hayan sido a causa de ello, después de todos los análisis es lo único que no está bien.

Me hice los primeros análisis el día 2 del ciclo, hormonas, coagulación, orina y lo que más me dolió de todo: LOS CARIOTIPOS. Nos los hicimos los dos, 120 € cada uno, así sin anestesia, pero es una de las principales cosas para saber si genéticamente estamos bien y somos compatibles. Eso fueron 3 informes, y el 4º era el análisis que me tenía que hacer el día 22 del ciclo.

Empezaba a tener sentimientos encontrados, ya que tener unos análisis perfectos me daba tranquilidad, pero eso quería decir que nos encontraríamos en el punto de partida otra vez, y todo lo dejaríamos al azar de nuevo. Pero llegaron los análisis. Suelo mirarlos rápido, y solo pararme en los que puedan saltarse los valores de referencia del laboratorio, como mucho los comparo con los anteriores, pero como no entiendo no suelo darle más importancia. Hasta que los niveles de la progesterona en la fase lútea deberían estar entre 5,2 y 18,6 ng/ml (nanogramos por mililitro de sangre) y yo tenía 0,56 ng/ml. Me quedé muerta.

Inevitable e inmediatamente me metí en internet a bucear y esclarecer cuál era mi situación. Parece ser que es el diagnóstico más obvio a mis abortos, y otras mujeres han conseguido llevar a termino el embarazo suplementando la progesterona. Me alivia mucho y me cabrea a la vez. Si me hubieran hecho este análisis al principio no estaría así, pero mi médico sigue sin asegurarme que esto sea la causa y la solución, creo que no se quiere mojar.

De momento tengo que empezar con la progesterona en cuanto ovule, y dejarla si me llega la regla, y así hasta que me quede embarazada. Tengo las esperanzas por las nubes, pero de vez en cuando me aborda el pánico, verme embarazada de nuevo no se si me dará más alegría o miedo. Pero desde luego que no dejaré de intentarlo todo.

Pronto más noticias.

Señora S.

martes, 7 de marzo de 2017

Copa menstrual


Hace unos días una amiga me pidió un tampón o una compresa, le dije que no tenía. Al rato me dijo, "¿pero tú no te quejabas de que te dolía la tripa porque estabas con la regla?". Mi sonrisa fue la respuesta de "tenemos que hablar".

Cuando la dije que llevaba como 7 años sin usar un tampón se sorprendió. Compresas sí, porque después de los legrados no puedes introducir nada, y por desgracia y para más inri hay que andar con compresas. No la he descubierto algo totalmente desconocido, la Copa Menstrual ya la venden en muchos sitios, sobre todo farmacias, pero creo necesario hablar de ello.

Pues eso, hace 7 años, yo supe de su existencia por un tupper sex. Como lo lees. Aunque se introduzca por el mismo sitio que otros productos que venían al caso, no tiene nada de placentero ni divertido, pero más adelante aclararé por qué se ha introducido así. La persona que me lo explicó me iluminó de una manera que no me lo pensé dos veces, y aunque por aquel entonces era muy cara, hoy en día el precio no es un problema. Creo recordar que fueron entre 40 y 50 €. Pero hoy pagaría hasta 100 €.

Al principio me resultó algo molesta de introducir, y como principiante, me daba miedo que se perdiera ahí dentro, ya que tiene un "rabito" que dejándolo tal y como viene es molesto, y se puede cortar, al principio creí haberlo cortado mucho, pero más tarde acabé cortándolo casi del todo. Las primeras veces lo peor era quitarla, porque lo que era puesta, no se nota absolutamente nada. Y eso para mi ha sido la razón principal para no volver a usar otras opciones.

Quitarla y ponerla no es como un tampón. Yo los usaba con aplicador, y si por circunstancias te tienes que ver en un baño público en el que ni siquiera te puedes lavar las manos, no pasa nada, porque no llegas a tocar el tampón ni para quitarlo ni para ponerlo. Pero con la copa no, para ponerla tienes que doblarla un poco y ella sola se suele adaptar a tu cuerpo, pero para quitarla siempre hay que introducir un poco el dedo y quitarle el vacío, y por lo tanto, y para mi, no es para usarla muy lejos de una ducha o un bidé.  

Pero eso tampoco es un problema, ya que puedes llevarla puesta hasta 12 horas, dependiendo de tu flujo, pero puedo asegurar, que aguanta, por lo que con cambiarla por la mañana y por la noche es suficiente, y durante el día, te olvidas.

Una de las primeras veces que la usé, según me percaté de que la señora de rojo había llegado ese mes, me duché, lavé mi copa y me la puse. Pues esto fue a primera hora de la mañana, medio dormida y corriendo al trabajo. No la notaba, no sentía nada, y cuando tomaba la píldora anticonceptiva tenía ciclos en los que la regla no era dolorosa. Vamos, ni me enteré. Y ahí está el problema, ese día llegué tarde a casa, y me fui a la cama directamente. Al día siguiente... Ostras! Si yo estaba con la regla! Pues no había pasado absolutamente nada, estaba muy llena pero nada, ni un escape. Para mi fue la prueba de fuego.

Me he olvidado de comprar tampón, compresas, salvaslips, de lo doloroso que era quitarse un tampón los últimos días de la regla, del olor que puede producir una compresa, de los residuos que dejan, porque imaginar lo que producimos todas las mujeres del mundo "moderno" al cabo de un año... ¿Y el ahorro? Creo que está más que amortizada.

¿Dónde comprarla? Pues yo os voy a recomendar una página que descubrí cuando quise cambiar la primera que tuve. ¿Y eso de cambiarla? la compré con 24 o 25 años, y leí en varios sitios que si tenías un hijo o a partir de los 30, necesitabas un tamaño algo mayor (las cosas de la edad). Pues bien, la página es www.copasmenstruales.com y el pack que yo compré es este:

Todas vienen acompañadas de una bolsita de algodón, pero el esterilizador de silicona plegable me encantó, y las pastillas esterilizadoras me han ahorrado tener que hervirla, y ya he pedido más. Hay muchos modelos a elegir, y tenéis mogollón de productos femeninos muy interesantes.

Yo os animo a probarla, por el precio merece la pena arriesgarse, y en dos reglas lo tienes dominado.

Y si no, pensar en el medio ambiente.


Señora S.