lunes, 5 de diciembre de 2016

Érase una vez...


          El porqué de este blog es, quizá, algo de autoterapia (la palabra autoayuda no me gusta). Necesito gritarlo pero no me sale, me encuentro totalmente muda por fuera, pero chillando a pleno pulmón por dentro. Imagino que si estás leyendo esto es porque algo te trajo aquí, algo que podamos tener en común, algo que compartir.
          No pretendo dar consejos, aleccionar a nadie, ni ser una gurú de ningún tema. Esto es única y exclusivamente un diario, donde contar mi experiencia, exteriorizar pensamientos y poder aportarte un sentimiento que yo he encontrado en otros blogs: que no estas sola. Yo he encontrado bastante comprensión y gracias a las palabras de otras he podido definir ese sentimiento que no sabía ni como explicar. Quizá publicándolo por aquí duela menos, o aporte comprensión a alguien en la misma situación, pero lo que más espero, es que en un futuro sí pueda poner que todo salió bien, y que por fin, he conseguido mi objetivo. Después de dos abortos tengo miedo y esperanza a partes iguales, y veo que me sumerjo en un mundo de incertidumbre del que no se ve el final con facilidad.
          Todo empezó hace dos años cuando el Señor J y yo nos propusimos ampliar la familia. Nos casábamos en 4 meses y no queríamos demorarlo más de la luna de miel.
          Ilusos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario